Hace cuarenta años, el 3 de diciembre de 1976, Bob Marley recibió un disparo en un intento de asesinato en plena campaña electoral jamaicana.
En aquellos tiempos, Estados Unidos quería colocar en el poder a Edward Seaga en detrimento de Michael Manley.
El tiroteo en la casa de Bob Marley
El tiroteo sucedió en la casa de los Marley en Kingston, donde Bob, Rita y al menos otras dos personas fueron heridas. Se produjo doce días antes de las elecciones y dos días antes del concierto gratuito, el famoso Smile Jamaica, donde Bob Marley iba a actuar con la esperanza de relajar la preocupante violencia que había generado aquella campaña electoral. Los acontecimientos que rodeaban al concierto, lo convirtieron en uno de los momentos clave del Siglo XX en los países del tercer mundo.
Hay muchos indicios de que Estados Unidos estaba ejecutando un programa de desestabilización contra el gobierno de Michael Manley. De hecho, tanto él como dos ex-agentes de la CIA, Philip Agee y John Stockwell, dijeron explícitamente que existía tal programa. Por cierto, existe una novela de ficción titulada Stir It Up, de David Dusty Couples, que resume ampliamente la evidencia de este programa, incluyendo los métodos que utilizaba la CIA.
El programa de desestabilización de los EE.UU
Estos planes se llevaron a cabo en otros países vecinos como Cuba, el archienemigo de los Estados Unidos, que fue invadida con el respaldo de Estados Unidos y sometida a un embargo paralizante que continuaría hasta el momento actual.
En Jamaica, Michael Manley estaba implementando una serie de propuestas socialistas que beneficiaban al pueblo en lugar de a las empresas, inversores e intereses estadounidenses. Por ello, Edward Seaga, educado en Hardvard, fue el protegido de los Estados Unidos.
El bipartidismo se instauró en Jamaica en la década de los 60, con el Partido Nacional del Pueblo de Manley (PNP) y el Partido Laborista de Jamaica de Seaga (JLP). La rivalidad entre ambos partidos supuso que las calles de Kingston se tiñesen de rojo con la sangre de muchas personas, debido a los matones de los dos bandos, haciendo incluso que las líneas aéreas internacionales tuvieran que cancelar sus vuelos a la isla.
Banda del año por la revista Rolling Stones
Bob Marley & The Wailers estaban en lo más alto de la fama internacional tras su álbum «Rastaman Vibration». La revista Rolling Stone les nombró la banda del año y Marley se erigió como una especie de fuerza política que competía con el gobierno. El rudeboy se había convertido en una persona reconocida en todo el mundo por su defensa de los derechos humanos y un icono en la lucha contra las estructuras persistentes del colonialismo. Hasta tal punto que su fama le puso en el punto de mira de ambos bandos.
Hoy hace 40 años que un 3 de diciembre de 1976, dos noches antes del concierto «Smile Jamaica», dos coches llenos de hombres armados atacaron la casa del rey del Reggae, quienes por cierto siguen en libertad. Cuando se evacuó a Bob Marley por su herida en el brazo, se le trasladó a la casa del magnate Chris Blackwell (Island Records) a las afueras de Kingston, en las colinas, protegido por la policía y por rastas con machetes.
El mítico concierto de «Smile Jamaica»
Aún así, dos días después, Marley actuó en el «Smile Jamaica» ya que quería enviar su mensaje de unidad a la población jamaicana en aquel momento que la violencia política estaba desgarrando al país. Tras ese concierto Marley se exilió, permaneciendo en las Bahamas brevemente antes de ir a Londres, donde trabajó en el álbum «Exodus».
Ciertamente no está claro si la CIA estaba conectada con el ataque, pero Marley estaba agitando las conciencias de la población con sus letras de resistencia y revolución, que incitaban a romper con el sistema. Algo muy peligroso para los intereses del imperio estadounidense.
Respecto a la batalla política, Michael Manley fue reelegido en dos ocasiones hasta la llegada al poder de Edward Seaga en 1980, tras elevarse la violencia a niveles verdaderamente terribles. Las inclinaciones neoliberales de Seaga le llevó por la vía de los prestamos del Banco Mundial y otras instituciones, lo que condujo a Jamaica a una deuda impagable de la que nunca se ha recuperado.