Tras las desafortunadas declaraciones realizadas por el Ministro de Cultura de Barbados, Stephen Lashley, sobre la música dancehall, desde la redacción volvemos a incidir en que no se puede culpar a la música de los males de la sociedad, como ya hemos intentado aclarar cuando hemos tratado temas ligados al dancehall, como por ejemplo en la introducción del último artículo dedicado a Popcaan y Beenie Man, que podéis repasar en este link.
Por cierto, tras citar a estos artistas vamos a aprovechar al menos a comunicaros rápidamente la polémica que se ha creado con Mr. Vegas y Drake, ya que el jamaicano se preguntaba en un vídeo el porqué el canadiense no ha incluido en los créditos de su nuevo álbum a Beenie Man, Popcaan y Serani, cuando si que aparecen en sus canciones.
En fin, volvemos a Barbados para hablaros de la noticia que ha provocado el titular de este artículo.»
El pasado fin de semana, durante las celebraciones de la independencia de Barbados, el Ministro de Cultura pidió la prohibición de la música dancehall, indicando que dicha música promueve un comportamiento imprudente y además incita a la violencia.
Estoy preocupado por el impacto de ciertos tipos de música dancehall y vídeos, las repercusiones que esto está provocando en la mente de nuestros ciudadanos, especialmente a los jóvenes. Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir a todos y cada uno de nosotros el tomar una posición sobre este comportamiento imprudente», dijo el ministro en su discurso.
Sus declaraciones no pasaron desapercibidas y provocó un gran debate en las redes sociales, sobre todo porque su llamada a la prohibición de la música dancehall se produce pocos meses después de que el propietario de un club de Londres afirmó que fue obligado a cesar la reproducción de música dancehall en su establecimiento, ya que las autoridades creían que la música estaba relacionada con el aumento de la violencia alrededor de la zona donde se encuentra el club, como ya os informamos en este artículo.
Por ejemplo, Gussie Clarke dijo que las declaraciones del ministro fueron irresponsables y se preguntaba cómo puede ser culpada la música dancehall por la violencia que se produce en ese país.
La música puede influir tanto positiva como negativamente, pero no puede hacerlo por sí misma. Es la gente la que determina cómo les afecta la música, por lo que es un problema de la persona y no necesariamente un problema de la música», explicó el veterano productor.
Al examinar el caso de las declaraciones del ministro, Gussie Clarke dijo que está convencido de que la llamada a la prohibición de la música dancehall implica algo más que la propia influencia de la música pueda tener en las personas, ya que puede derivar a la ruptura de las relaciones entre Jamaica y otros países de el Caribe. Es mas, el dancehall no es la única música que incita a la violencia, entonces ¿por qué escoger en Jamaica?»
«Es un problema que va más allá de la música. Hemos estado teniendo problemas con nuestros vecinos de la región en el comercio, los viajes y otras áreas, y ahora se ha extendido a la música», añadió Gussie Clarke.