En las últimas semanas se está levantando cierto revuelo acerca de los premios Grammy en Jamaica, debido a la estrecha relación que mantienen con el gran monstruo de la industria musical.
En este post vamos a echar un vistazo a este asunto, ya que desde sus creación se encuentra envuelto en la polémica para much@s amantes de esta cultura.
Este 2015 se han cumplido 30 años desde que el Reggae tiene presencia en los premios Grammy, posiblemente el escaparate mas importante para la industria de la música.
En aquella primera edición del ’85 fueron Black Uhuru con su Anthem los que se llevaron el título a la mejor grabación, un trabajo que «competía» con el Reggae Nights de Jimmy Cliff, el Steppin’ Out de Steel Pulse, Captured Live de Peter Tosh o King Yellowman de Yellowman.
Justo un año antes, en 1984, fue cuando la Academia Nacional de las Artes y las Ciencias (NARAS) dio el visto bueno para establecer una categoría de música reggae, seguramente algo tardío para este género tras haber recorrido casi una década con grandes éxitos de artistas como Bob Marley, Jimmy Cliff o Burning Spear.
Desde sus inicios siempre ha existido cierta controversia por parecer favorecer a personas cercanas al fenómeno Marley, de hecho el record de victorias en esta categoría la tienen Stephen Marley y su hermano Ziggy Marley con 6 cada uno, aunque realmente 3 han sido juntos con el proyecto de Melody Makers, y si tiramos de ese listado los siguientes que aparecen son Bunny Wailer con tres y Damian Marley con dos trofeos.
Por ello, y quizá exagerando un poco, se podría llegar a decir algo así como que cualquier propuesta que empleé «ese nombre» podría ser un ganador, ya que en numerosas ocasiones ha quedado claro que la publicación que ha obtenido el triunfo ni siquiera reunía la calidad que parece asegurar este premio.
Teniendo en cuenta este detalle, se puede llegar a comprender el sentir en Jamaica respecto a las nominaciones de cada edición, puesto que se encuentran muy alejadas de lo que está sucediendo realmente alrededor de este género, mientras que los promotores realizan desafortunadas declaraciones tales como que los Grammy colaboran a ese esfuerzo para educar la industria de la música Jamaicana, y como es de suponer probablemente lo que se busca es convertir a mas profesionales del reggae en miembros de NARAS con la excusa de que de esta forma podrán votar y opinar con criterio.
Otras de las cuestiones que llevan mucho tiempo rondado los debates sobre estos galardones es la escasa lista de artistas de fuera del universo jamaicano que se han adjudicado alguna de las ediciones, Steel Pulse en el año 1987 y punto. Una banda británica pero que como la gran mayoría de artistas que consiguieron ese logro están adheridos de alguna forma a Estados Unidos, aunque por ejemplo no hay que olvidar que bandas norteamericanas como SOJA no se lo han llevado este año, ni Matisyahu o Snoop Lion en anteriores ediciones.
De todos modos, ahora nos queda volver esperar hasta finales de año para comprobar si por fin se escucharán nominaciones mas acordes con el momento real que se vive en la música reggae, o por lo contrario volvamos a observar el ya reconocido extraño funcionamiento de este viejo método que reina en ese mundillo.
Por último, nos gustaría que quedase impregnada en este texto la motivación que nos ha empujado a acercaros esta información a través de este canal de comunicación: «La lucha contra el sistema preestablecido».